- Concentración.
Es muy importante para poder conectar el cuerpo y la mente, en cada ejercicio es clave concentrarse en la parte del cuerpo que se desea trabajar, sentir la actividad que se está desarrollando.
- Control.
Se busca no realizar ejercicios bruscos o irregulares, con el fin de evitar lesiones. Por dicho motivo se necesita concentración esfuerzo y conciencia de lo que se está realizando en el resto del cuerpo.
- Centralización.
Fortalecer el centro ayuda a sujetar la columna, los órganos internos y prevenir lesiones; es necesario primero trabajar desde el centramiento (caja torácica, columna vertebral y pelvis) antes de ejecutar cualquier movimiento
- Precisión y alineación.
Es primordial mantener el control sobre la correcta alineación del cuerpo, de lo contrario estaríamos generando un estrés totalmente innecesario y muy perjudicial. Primero se debe trabajar con una postura correctamente alineada para luego sumar el trabajo de las extremidades, logrando que la persona no compense su postura.
- Respiración.
Forma parte integral en la coordinación de cada movimiento, ya que ayuda a controlar los movimientos y facilita la estabilización de la columna vertebral, para el trabajo general de las extremidades.
- Coordinación y fluidez del movimiento.
Los ejercicios se deben realizar con fluidez, ni muy rápido ni muy lento; el proceso de aprendizaje que lleva esta coordinación y fluidez de movimiento, forma parte de un entrenamiento físico y mental debido a que estimula la comunicación entre el cerebro y los músculos.